QUIMERA

Durante el mes de agosto, da tiempo a todo, o a nada, en ese todo, tenía pendiente el ver a mi sobrina Sara bailar Sevillanas en un pueblo cercano. El acontecimiento se celebró en un pueblo llamado Puente del Arzobispo, en las instalaciones de la piscina. Al llegar vi el cartel anunciador de la actuación,  el grupo se llama “QUIMERA”, lo primero que se me vino a la mente, es un animal de la mitología Griega que vomitaba llamas y tenía tres cabezas.

Sinceramente pensé, ¿que tendrá que ver con un grupo de Sevillanas?, a estos pensamientos uní mi visión de  un “tablao” pequeño, al  igual que su aforo y unas luces parcas en su número.  Mi visión de la noche no era muy alentadora, pero la ilusión por ver a mi sobrina, empequeñecía el resto de cosas, prevaleciendo la ilusión por que yo la viera, demostrándome el trabajo y logros que había conseguido.

Antes del comienzo de la exhibición, se me acercó, me abrazó y susurrándome al oído me dijo: “Tío, hoy voy a bailar para ti”,  sin más se marchó contenta con el resto de compañeras.

En el inicio de la noche, me presentaron al profesor de la escuela, que al mismo tiempo es dueño, bailador, cámara de video, (menos cuando pillan a Gema, tía de Sara), presentador, creo que él, más que tres cabezas, bien podría tener 6 u 8 brazos para dar de sí con todo lo que tiene que hacer. El tipo en cuestión se llama Javier y es aquí donde empecé a ver y comprender el nombre de Quimera.
 

La escuela está compuesta por  un grupo de diamantes en bruto, las falta ser pulidas, necesitan de un joyero que las cuide, que con su trabajo, las transforme, convirtiéndolas en finas piedras preciosas que juntándolas hagan un maravilloso collar, que pueda ser mostrado en grandes escaparates y  escenarios, apreciado por un gran público en su número, pues todos los que estuvimos allí disfrutamos con sus bailes y su magia.

Cada componente del grupo irradia ilusión, sus bailes crean un aura de fantasía a su alrededor, con sus giros y sutiles movimientos, de sus vestidos de colores y sus volantes, conjuntan la  experiencia de unas, con el empuje de las recién llegadas como mi sobrina, creando un equilibrio en los bailes.
 

 

 

Javier junto con su esposa Laura, son el alma de Quimera, solo hay que verles cuando bailan juntos lo compenetrados que están,  en una de las piezas, llamada “Alegrías”  me introdujo en un túnel, viendo y sintiendo como el alma de ambos, es transmitido al público en un ambiente de sombras y luces tenues, al mismo tiempo que se envuelven en un juego de movimiento y  sonidos de sus tacones.
 

Tras finalizar la velada, vi en Javier, su esposa Laura, Raquel, María Jesús, Ruth, Jéssica, Sara, Alejandra y como no Delfín, el más joven de todos en corazón y luchador, las ganas de llevar a cabo su sueño, sus objetivos son difíciles y llenos de ensueño, pero que un día fueron ilusiones vanas y casi imposibles de conseguir, a un sueño que torna realidad.

 

Mirando  a través de mi cámara, solo puedo deciros que adelante y soñad despiertos, pues vuestro sueño es una realidad.
 

A mi sobrina, solo decirte que luches por tu sueño, pudo comenzar como un juego, un pasatiempo, pero quien sabe, eres un diamante, que con trabajo y esfuerzo, te convertirás en una preciosa joya.

 

Dedicado a mi sobrina Sara, y a todos los componentes del ESTUDIO DE BAILE QUIMERA.


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ACTUACION EN PUENTE DEL ARZOBISPO 2012

ACTUACION EN TALAVERA DE LA REINA OCTUBRE 2012.