La vida es un camino sinuoso, de
alegrías y saltos continuos, de despertares, de sendas tortuosas y oscuras, no
nos damos cuenta hasta que nos toca, hasta que esa mano oscura nos envuelve
entre su manto de oro y negro.
La vida es como un árbol, cada año se
suman a sus raíces, a su tronco, un aro más tras otro, un año más, pasa
sumándose, uno a continuación de otro, sin darnos cuenta, sin percibir la
llegada del ocaso, ese ocaso donde las hojas se caen como lágrimas del alma que
lloran por los momentos vividos, disfrutados, sentidos y porque no, aquellos
que ni les hemos vivido, sentido, ni disfrutado.
Esa vida es un camino que me lleva
en más de una ocasión a vagar por calles, pensar y abstraerme de este mundo,
puede que para liberarme o para disfrutar de mí mismo. Esos momentos me
llevaron a recorrer unas calles en busca de algo, como si me llamara, me
atrajera sin yo saberlo, ese algo pasó por mi mirada sin darme cuenta, pero mi subconsciente
me hizo dar media vuelta y buscar esa
llamada.
llamada.
Ante mí, me encontré con una obra que ni en lo
más remoto pensaría encontrármela en ese lugar. Pensareis que lugar, que es lo
que vi, yo lo encasillaría como obra gráfica, arte urbano, pero no es un simple
grafiti, no es cualquier pintada, no, es algo más, exuda fuerza, vitalidad es
un fin, una meta que más tarde relataré.
La luz no era la más propicia ya
casi de noche, y mi móvil no da para lo que yo quería plasmar, con lo que monte
en mi vehículo y mirándole a los ojos me dije tengo que regresar y plasmar con
mi cámara ese momento.
Así fue, unos días más tarde regresé con mi cámara y mi alma viva por plasmar esa obra mal llamada callejera, y si urbana, que ocupaba la fachada completa de un edificio, que resultaría ser una empresa de transporte, llamada Palibex.
Abstraído en mis pensamientos,
mirando el alma de los personajes, sus ojos, expresiones, sacando el máximo provecho, dando otro
formato, otra visión, percibiendo su interior, su vida, su historia. Apareció
un vehículo por el interior de la valla, el conductor un tío joven, bien
puesto, especulé un ejecutivo, al llegar a mi altura detuvo el coche, bajándose
de él, pensé, joder un gilipollas, chulito que me va a echar la bronca por
fotografiar la fachada, disimulando me acerque a la verja y le pregunté por el
autor de tal magnífico trabajo.
Muchas veces es mejor un buen ataque que una buena defensa.
Muchas veces es mejor un buen ataque que una buena defensa.
Tengo que morderme la lengua, pues no era lo que yo pensé, al contrario, acepta mis
disculpas si lees estas lineas, fue muy amable y atento, me explicó el porqué de esa descomunal obra que acapara toda la
fachada de la empresa, el autor es un artista urbano, de fama mundial, OkudaSan Miguel es su nombre, santanderino de nacimiento y madrileño por el tiempo
que lleva en la capital.
Dicha obra se realizó en el 2013, conmemorando como cada año en el mes de
Noviembre, el Movimiento, EVOLUTION MOVEMBER X OKUDA, a muchos no os sonará a nada, a
otros mucho. Dejo el enlace a su página para que os informéis, pero a grandes
rasgos es el mes para promover la salud de los hombres contra el cáncer de
próstata y testicular.
A esta acción se suman desde deportistas, actores y personas de renombre.
Qué tienen y tenemos que hacer???????, dejarnos bigote, jajajajaja.
No te veo y no me veo, me dicen muchas personas,
desde mis hijas, esposa, mi madre, hermano, amig@s, pero es por una causa, creo
que más que buena, concienciarnos con la salud.
¿A cuántos conocidos les llegó el
manto dorado y negro sin poder quitárselo, ni despedirse de sus familias y
amigos?, por eso es mejor prevenir, que sentir las ausencias prematuras.
Tengo que reconocer, que es la
primera vez que me he visto con bigote, jamás me gustó, incluso teniendo a mi
padre y abuelos de referencia, siempre en la familia se han distinguido por sus
flamantes bigotes.
En la actualidad, mi padre por razones de
salud hemos tenido que quitárselo, como me dice una buena amiga se quedan los
fideos en él y es un verdadero coñazo.
Esta entrada también va dirigida a todos
mis familiares que portaron bigotes con suma elegancia y en especial a mi padre, Genio y Figura hasta
la sepultura, luchador encomiable hasta el final, él también tiene su lugar y
su bigote, a pesar de no portarlo actualmente.
Por ti padre.
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