No hace mucho regresé a Cádiz después de 25 años, por motivos de celebración social, la idea me
gustó. Volver a visitar esta ciudad, no
con un buen recuerdo de ella, vieja, sucia, triste, esa fue mi visión a mis 18
años, también pudo ser mi falta de miras, pero es una ciudad de la que mi
hermano está enamorado y tengo que decir, que no se enamora de cualquier cosa
mundana, así que, inicie mi viaje hacia esa ciudad vieja por su nacimiento, hay
que especificar que es la más antigua de Occidente, y con el recuerdo de tantas
historias leídas y plasmadas en libros de novelas históricas, de historias y
leyendas, de caballeros, piratas, juglares, hombres de armas y amantes, que
vivieron y amaron entre sus calles y rincones de esta ciudad.
Llegando a Cádiz por medio del tren, comencé a vislumbrar
sus playas y marismas, me impresionó su luz y colorido, difícil de amansar, por
su bravura, no sé, me dieron buenas sensaciones en el inicio de este viaje. Tras
mi llegada me dirigí hacia el hotel, entre callejuelas discurría, sin poder
casi percibir nada, amigos, novios, cervezas, besos y demás prolegómenos,
demasiado deprisa para mí y para mi forma de ver los momentos a través de mi cámara,
lo único que pude percibir, fue la gente de esta tierra, sencilla, amable,
hospitalaria y llena de vida, puede ser, por la gran confluencia de culturas
que han pasado por estos lugares.
Pasada la boda, “por cierto sus tortitas de camarones, entre
otras delicias exquisitas”, me sentí más libre para pasear y apreciar la
historia, sentimientos y su alma el de esta ciudad llamada Cádiz, noté como me acariciaba,
sus ojos me observaban atentamente, la noté y la sentí, “Si”, para mí, Cádiz es como una Amante, que te guía de la mano,
por esas playas entre sus ojos azules del cielo y el verde de sus labios
mezclados con las barcas de sus pescadores, agarrada de su mano suave, te
entremezclas entre sus callejas, como si te susurrara sus secretos más íntimos
de siglo tras siglo hasta nuestros días en tus oídos, oliendo su fragancia y su
ser más íntimo, como brisa marina.
De su mano paseo entre sus edificios históricos, observas y sientes su corazón lleno de alegría y de gozo de esa mujer hacia su Amante, que la visita y viste con sus mejores galas llenas de colorido a través de una de sus plazas llamada de las flores, de ellas sale su nombre por estar llena de puestos, de las más bellas y curiosas variedades de flores, mi Amante está llena de gozo al mostrar todos sus encantos, hacia su amor, su cariño, hacia mí, su visitante.
Sigo de su mano adentrándome en el mercado viejo, rodeado de
columnas, una fina lluvia deja un manto de espejo, en el cual nos reflejamos
como dos novios, llenos de amor, pasión y lujuria, noto su calor en mi piel que
recorre, con pasión cada poro de mi cuerpo queriendo ser solo uno, cuerpo y
alma. Su noche encierra en sus aguas, un
silencio y un secreto de su amor por mí, su pasión, solo vista por los ojos de
un enamorado de su Amante.
Cádiz es así una Amante, hacia su visitante, pendiente de
ti, alegre te acompaña de regreso hacia
tu destino, con la esperanza de haber prendido en tu corazón una llama de amor
hacia ella, mi Amante, mi Cádiz.
Todo hombre nos gustaría una Amante como Cádiz.
Dedicado a mí hermano, de su Amante, su Cádiz.
8 comentarios:
Que decirte,me gusta Cádiz a rabiar
Su plaza de San Antonio, sus palomas.
Bess
La verdad que es una ciudad, preciosa y disfrute entre sus calles, gracias por pasarte.
Bella ciudad y más bellas fotos.
Cài es mucho Cái.
mafinificas fotos de una ciudad maravillosa como es mii Caí, por eso no falto ningún verano! un beso!
Aluciné con Cadiz la primera vez qeu fui a Tarifa a navegar...hace ya la friolera ded 20 tantos años..preciosas fotos..yo m equedé en la caleta a dormir....
Geniales fotografías compi. Vaya amantes guapas que te echas amigo :)
Un abrazo
amigoooo!!!!
nos hemos enterado de que es tu cumple así que......
MUCHAS FELICIDADES DE TU ALICE Y BLUR!!!!!!!
no tiene nada que ver con la entrada, pero no sabíamos donde ponerlo!!!
Muy Buenoooo!!!!!!!
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