Un año más pase estos días
de Semana Santa en mi ciudad natal, mi querida Segovia.
La última Semana Santa que
disfruté de ella, seria la de tres años atrás. La lluvia me privó de acompañar durante
la noche del Jueves Santo el Vía Crucis. La seguridad de las imágenes y sus
posibles deterioros causados por la lluvia hicieron que los cofrades optaran
por no salir de la iglesia de San Justo y Pastor, donde permanece la escultura
Románica del Cristo de los Gascones.
El Vía Crucis se celebra y transita por las
calles del barrio del Salvador, con las imágenes del “Cristo de los Gascones” y
la “Soledad Dolorosa” de la iglesia del Salvador.
Tras la salida desde la
iglesia de San Justo Pastor sobre las 22,00 horas, donde se realizó la 1º
estación, pasando por la iglesia de El Salvador, acompañados en todo momento
ante la atenta mirada del Acueducto de Segovia, llegamos de nuevo a San Justo,
donde se cantó el himno al “Cristo de los Gascones”.
A pesar de la noche fría,
acompañaron a las imágenes los cofrades de la Real Santa y Venerable Esclavitud
Santo Entierro del “Cristo de los Gascones”, banda de cornetas y tambores
titular y demás fieles, incluso los no fieles, curiosos y demás se sintieron
contagiados de la comitiva que transitaba por las calles de este pequeño pero
antiguo barrio llamado de El Salvador.
Durante el transcurso, hubo
momentos de los que me harán recordar esa noche y no por el frío. Durante el
recorrido imperió un silencio solo roto por los redobles de tambor, carracas y el repiqueo de las
campanas que rompían el cielo, alumbrado por una luna llena y brillante que iluminaba
con un manto de luz toda Segovia, o los sentimientos de una mujer que transformó
su admiración y devoción en forma de
poesía hacia el “Cristo de San Justo y la Soledad”.
Espero que este pequeño
relato, junto a mi forma de ver el momento les haya agradado.
SI quieren ver más momentos
captados por mi cámara pinchen en el enlace siguiente.
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